27 sept 2016

Latidos descompensados



Desde hace un par de días he comenzado a sentir cada uno de los latidos de mi corazón.
Huecos, profundos, muy dentro de mí, como los golpes de un tambor, creando un eco que rebota por cada uno de los rincones ocultos de mi cuerpo, expectantes, al acecho de un nuevo sentimiento, como si supieran que algo está a punto de ocurrir.
Pongo un pie en la calle y ese sonido se hace más y más fuerte con cada paso, retumba en mis oídos como el bajo de la canción que está sonando.
Y continúo con mi cómoda y a veces aburrida rutina con la sensación de que algo se acerca, y cada día que me levanto aumenta ese nudo en el estómago, ese nerviosismo crónico, esa sensación de que todo mi mundo va a cambiar en un simple pestañeo.